Capítulo 80

Hoy, ella definitivamente iba a ver a Wálter. Tadeo no se atrevió a tomar una decisión, así que, después de colgar el teléfono, consultó con Wálter, que estaba en una reunión. En la enorme sala de reuniones, Wálter estaba sentado en la silla principal. Con su traje perfectamente ajustado y su rostro de apariencia firme, irradiaba seriedad. Cuando Tadeo terminó de explicarle, él frunció el ceño. —Déjala subir a esperar. Justo ahora tengo cuentas que saldar con ella. Diez minutos después, Lucía apareció en la oficina de Wálter. No estaba segura si Wálter había estado retrasando el tiempo deliberadamente o si realmente estaba ocupado. Se paró recta frente al escritorio, sujetando con fuerza el acuerdo de divorcio en sus manos. Cuando Wálter regresó de la reunión, la vio allí, de pie. Su espalda estaba erguida, su cabello oscuro caía de manera natural sobre su espalda. Al escuchar la puerta abrirse, ella se giró. En el momento en que sus ojos se encontraron con los de é