Capítulo 68

Wálter barrió con la mirada a Lucía, que entraba en la urbanización sin mirar atrás, mientras una sonrisa fría se dibujaba en sus labios. Luego, volvió su atención hacia Facundo, examinándolo de arriba a abajo. —Hace unos días —Facundo parecía no sentir su mirada—. ¿Viniste a buscar a Luci? Wálter y Facundo se conocían desde niños, y su relación era ni buena ni mala. Dos años atrás, Facundo había partido de repente al extranjero y perdieron el contacto. El reencuentro trajo consigo una atmósfera extraña entre ellos. No eran extraños, incluso había un aire de familiaridad. Pero esa familiaridad venía de parte de Lucía. Wálter sintió surgir una precaución inexplicable. —Por supuesto, ella ha estado traviesa, haciendo berrinches. —Las mujeres solo necesitan un poco de cariño. Facundo no mencionó que ya sabía que estaban al borde del divorcio. Wálter sacó las manos de los bolsillos y ajustó los puños de su camisa. —¿Qué te trae por aquí? —Solo de paso —respondió Facundo con franqueza. Pero