Capítulo 285

Oh, Lucía entendió la razón detrás de su extraño comportamiento. Porque ella había aceptado el encargo de decorar la casa matrimonial para la familia Salinas. Pero lo que la familia Salinas había enviado era un gesto amable, mientras que lo que Wálter había enviado era realmente una limosna. Quizás, él estaba acostumbrado a tratarla con esa actitud. —Lo siento, señor Wálter, tengo un problema de actitud, no necesito medir nada, ya tengo todo en mi cabeza, espero hacer el diseño y enviárselo para que lo vea, si le parece adecuado entonces podemos firmar el contrato y hacer el depósito. Lucía no quería discutir con él en la tienda. El grupo de diseñador Sergio, de vez en cuando, miraba hacia aquí. Si la situación se intensificaba, no afectaría en lo más mínimo a Wálter, pero para ella sería diferente. Ya sea que no pudiera conservar su trabajo o fuera sancionada, ninguna de esas opciones era lo que ella quería. —Señora, el presidente Wálter acaba de decir que con que esté satisfecha con