Capítulo 4
De repente, escucho la molesta y emocionada voz de mi hermano desde fuera de la habitación: "Rinnie, vámonos, las manadas llegarán pronto". Aunque dejo escapar un chillido de protesta, me levanto de todos modos, me ducho y empaco la ropa que necesitaré en la cabaña.
En el camino veo llegar hembras de las otras manadas; mientras que yo decidí ir con mallas, una sudadera y mis zapatos deportivos, la mayoría de estas chicas escogieron una vestimenta más elegante y elaborada. En realidad, no me importaba mi ropa, simplemente no estaba segura de cómo iban a correr con tacones, tal vez, a diferencia mía, ellas sí querían ser atrapadas.
Me dirijo a la cabaña alfa/beta y voy a la habitación asignada, la cabaña de alto rango tiene alrededor de 30 habitaciones, cada una con dos camas y un baño individual; los hijos de alfas o betas de cada manada comparten habitación, a menos que sean hermanos.
La beta de mi manada tiene 2 hijos, así que tengo la habitación para mí sola. Dejé mi bolso sobre la cama y bajé, las otras chicas estaban socializando entre ellas, y como soy la hija del alfa, yo también debía hacerlo y asegurarme de que todas estén ubicadas. A pesar de que no estoy de acuerdo con la reunión ni con toda esta m*erda, los arreglos en las cabañas los hacen los miembros de mi manada, así que no puedo defraudarlos; es mi deber representar a mi manada lo mejor posible. Les doy a las chicas un mini tour y las llevo a todas a sus habitaciones, luego les doy algo de tiempo para explorar y que se refresquen; mientras espero abajo a que desempaquen, me quedo mirando por la ventana, disfrutando la vista.
Unos minutos después, escucho una tos detrás de mí, me doy la vuelta y veo a una chica que lleva una camiseta sin mangas de color blanco, que está tan apretada que parece que no pudiera respirar, junto con unos pantalones de mezclilla; su negro cabello está recogido en una elegante cola y sus ojos verdes me miran como si yo fuera un insecto.
"Así que...", alargué mis palabras para llamar su atención, sus ojos se volvieron a fijar en los míos mientras me esboza una sonrisa forzada: "Soy Victoria Weston, la hija del alfa Rohan Weston"; la forma en que me habla, como si yo fuera inferior, me dice todo lo que necesito saber sobre ella. El alfa Rohan es uno de los pocos alfas que tiene solo una hija como heredera; la mayoría de los alfas siguen teniendo hijos hasta que consiguen a un varón, porque es un signo de debilidad pasarle la manada a una hembra, en especial a una que no tenga pareja.
¡Ja!, b*stardos hipócritas, pienso para mí misma.
"¿Cuántos años tienes?", le pregunto cortésmente.
"20, ¿y tú?", su respuesta es concisa y al grano, se nota que tampoco quiere tener nada que ver conmigo.
"18. ¿Tienes alguna idea de quién pueda ser tu pareja?"
Cuando escucha mi pregunta, se iluminan sus ojos, era como si le hubiera ofrecido su dulce favorito, entonces comenzó a hablar con una sonrisa: "En realidad lo sé".
"Si sabes quién es, ¿por qué no estáis juntos?", le pregunté con cautela.
Aunque parece molesta por mi interrogatorio, me responde hurgándose las uñas: "No ha podido asistir en los últimos dos años porque ha tenido problemas con su manada".
Creo que es una psicópata. Pocos hombres optan por no asistir a la reunión, pero el primero que viene a mi mente es el alfa Zaden King, ese es el único nombre que vale la pena destacar. Hay muchas manadas conocidas por su crueldad, pero la suya es reconocida por ser la más cruel; últimamente su manada se ha vuelto muy importante por conseguir el territorio más grande. Zaden tiene 24 años y aún no ha encontrado pareja, se le otorgó la posición de alfa antes de cumplir los 18 años, después de que su madre muriera y su padre quedara al borde de la locura, por lo que no podía seguir liderando a su gente, así que el chico tomó su lugar.
Como Zaden no encontró pareja en su primera reunión, se volvió loco, destruyó su cabaña y de inmediato volvió a su manada, la cual se ha convertido en el terror de sus vecinos desde entonces, y la situación solo ha empeorado a medida que pasan los años y él sigue sin encontrar pareja.
Esta chica está realmente loca si quiere ser la pareja de alguien así, seguramente será despiadado y la marcará en el acto. Sin embargo, antes de que pudiera expresar mi opinión, y decirle que estaba loca, otras chicas aparecieron y todas nos presentamos; había una mezcla, algunas me gustaban, pero había otras con las que no quería tener nada que ver. Una de ellas llamó mi atención de inmediato, Emma Marks, era una chica con la que realmente quería una amistad; tenía el cabello rubio recogido en un moño desordenado y estaba vestida como yo, tenía pecas y sus ojos no dejaban de moverse en sus cuencas. Era muy enérgica y su lengua parecía un cuchillo afilado.
¡M*ldita sea!, al fin una chica parecida a mí.
Más tarde, decidí irme a la cama y dejar que las otras chicas siguieran hablando en la sala; aunque no estaba cansada, simplemente no podía fingir que estaba bien con toda esta m*erda. Tenía la mandíbula literalmente adolorida por todas las sonrisas que había tenido que fingir en el día, debido a este tiempo de socialización personal; mi lobo no dejaba de gruñir en mi cabeza por todo esto, pero no podemos quejarnos, no tenemos otra opción.
De repente escuché que golpeaban la puerta, la persona que menos esperaba entró a mi habitación y yo no pude más que sonreír ante esta intrusión.
¡Vaya, vaya, pero mira quién está aquí!