Capítulo 167

A pocos metros, el hombre yacía en un gran charco de sangre. La multitud no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Elsa le dio unas palmaditas en el pecho mientras preguntaba: "¿Estás bien?". "Estoy bien". Ryder guardó su rifle, su expresión seguía siendo tan gélida como siempre. Elsa empezó a caminar hacia el hombre lentamente. En la cintura del hombre había una herida del tamaño de un puño, de la que brotaba sangre sin cesar. El pecho de Elsa se estremeció al verlo. Parecía que el super cañón, tan poderoso como para aplastar por completo a un ser humano, solo había hecho un agujero en aquel hombre. Así de fuerte era el cultivador. En cualquier caso, el agujero era lo suficientemente grande como para que Elsa supiera que el hombre estaba gravemente herido o muerto. Justo cuando estaba a punto de alcanzarlo, un siseo salió de la boca del hombre. Elsa se detuvo en seco e hizo un gesto a su equipo para que retrocediera. Era importante ser lo más cuidadoso posible al tra