Capítulo 25

—— ...... Mario salió de la oficina con una expresión de vacilación. —Presidente Mario— Inés se acercó a él con un entusiasmo ardiente —. Permítame acompañarlo. Pero Mario negó con la cabeza y señaló con la mano hacia un rincón. —Déjala que me acompañe. Raquel, de repente encargada y bajo la mirada de todos, se encontraba inesperadamente en el centro de atención. Bajo la mirada de Inés, que parecía querer golpearla, Raquel presionó el botón para bajar en el ascensor y descendió con Mario. Cuando se cerraron las puertas del ascensor, Mario preguntó: —¿Cómo te llamas? —Raquel. —¿Como la Raquel de la Biblia? Raquel le echó un vistazo a Mario. —Presidente Mario... usted sí que es erudito. —¡Jaja!— Mario soltó una carcajada. —¿Estás halagando a la fuerza? Raquel lo ignoró, manteniendo su mirada fija en los números que cambiaban en la pantalla del ascensor. —Oye, te quiero hacer una pregunta— Parecía que Mario no quería terminar la conversación —. ¿Sabes quién es la mujer que se acostó con e