Capítulo 159

Raquel estaba completamente desconcertada, envuelta en su bufanda, con una mirada húmeda y lastimera, similar a la de un gatito herido, mirándolo. —Presidente Bruno, ¿qué quieres decir? —Lo que parece —respondió Bruno mientras acariciaba su cabello—. No te preocupes, ya que te he besado, asumiré la responsabilidad. Asumir la responsabilidad... —Entonces, ¿qué pasa con Paula? Bruno frunció el ceño. —Me encargaré de ella. El coche arrancó. Bruno extendió la mano, tocó su cabello de nuevo, pasó su brazo por sus hombros y la atrajo hacia él. Raquel se tensó, pero lo apartó, diciendo en voz baja: —Presidente Bruno, tengo un hijo. Bruno frunció el ceño. —¿Todavía piensas en casarte con Rafael? Raquel sintió un dolor en su corazón, no tanto por mencionar a Rafael, sino por haberle mentido a Bruno en ese momento. —Después de todo, él es el padre del niño... Bruno la miró fijamente durante unos segundos y luego soltó una risa forzada. —Raquel, ¿qué puedo decir de ti? ¿Por qué tan obstinada? ¿