Capítulo 152

Raquel abrazaba a su hermana cuando un coche familiar se detuvo frente a ellas. La ventanilla se bajó y, desde el interior, Bruno la miró. —Presidente Adrián ya está listo; deberíamos irnos ahora. —¿Presidente Bruno? —preguntó Raquel, sorprendida—. ¿No se había ido ya? —Solo pasaba por aquí —respondió Bruno, evitando dar más explicaciones—. Sube al coche, no podemos quedarnos mucho tiempo. Raquel vaciló un instante. —Está bien. — Tras la partida del coche, Nuria permaneció al borde de la carretera, secándose las lágrimas. Después de un rato, se levantó y empezó a caminar por la acera, buscando una parada de autobús para volver a casa. En la entrada de la urbanización, otro coche salió lentamente. —¡Señor Ramón, es esa señora! —exclamó José con emoción. Desde el asiento trasero, el hombre levantó la mirada hacia la acera, capturando con sus profundos ojos la figura de Nuria caminando junto al camino. —¿No vive esa señora en Residencial Vista Verde? ¿Qué hace aquí? —José