Capítulo 117

—Que venga Gonzalo. —¿El doctor Gonzalo? —Víctor se sorprendió—. Presidente Bruno, ¿no se siente bien? —Un poco. Víctor llamó a Gonzalo y, al escuchar que Bruno no se sentía bien, Gonzalo rápidamente tomó su maletín de medicinas y salió corriendo de su casa. Después de subirse al coche y mientras arrancaba, Gonzalo preguntó: —¿Qué le pasa, Presidente Bruno? Víctor, sujetando el teléfono y mirando al hombre que trabajaba en su escritorio, respondió: —Esto... no estoy seguro. Para Víctor, el Presidente Bruno estaba bien. Cuando Gonzalo llegó y después de examinarlo, también concluyó que no había nada mal. —Presidente Bruno, ¿dónde exactamente se siente mal? —preguntó Gonzalo, bastante perplejo. —Solo me sentía un poco mareado, pero ahora estoy mucho mejor, probablemente solo fue falta de descanso —dijo mientras se masajeaba las sienes. En ese momento, Raquel entró empujando la puerta: —¿Me llamó, Presidente Bruno? —El doctor Gonzalo está aquí, tú dijiste que no te sentías bien, deja que