Capítulo 114

Media hora después, Paula llegó al dormitorio de las chicas. Clara abrió la puerta y, sin cortesías, fue directa al grano: —Ya no formo parte del Grupo Guzmán y he perdido mi utilidad, no sé qué motivo trae a la señorita Paula aquí. De alguna manera, Clara sentía que Paula era de su misma clase: personas que, cuando algo sale mal, endosan toda la responsabilidad a otros. No sería tan ingenua como para pensar que Paula había venido sinceramente a disculparse. Paula entró, cerró la puerta y tras observar el modesto dormitorio, sonrió y dijo: —Aunque es pequeño, tu dormitorio es muy limpio y acogedor. Clara frunció el ceño: —Hablemos de lo que realmente importa, ¡no estoy de humor para rodeos! Antes, Clara era cortés con Paula porque ella trabajaba para el Grupo Guzmán, pero ahora que ha sido expulsada, no veía necesidad de seguir complaciéndola. Paula se acercó y le entregó una bolsa: —He venido sinceramente a disculparme, nunca imaginé que por una broma perderías tu trabajo. Me siento