Capítulo 355

—¡Atrevido!— Javier estaba furioso, —¿Por qué no me ayudas con algo tan pequeño? Respondí: —Claro que ayudo, pero en serio no entiendo por qué compras joyas. Nunca has comprado este tipo de cosas para las mujeres. Dime, ¿acaso es para tu novia? —No es verdad, ¡no tengo novia! ¿O es que acaso estás enamorado de alguien más detrás de Carolina? Continué indagando. Javier era un hombre bastante desagraciado. Desde que éramos niños, aparte de comprar cosas que me gustaban a mí y a las demás mujeres, nunca se interesó por otras cosas. ¡Eso era un problema! Y un gran problema. Javier se quedó sin palabras al otro lado del celular. Tras un momento, dijo resignado: —Por favor, cómprame las joyas. Las necesito. Supuse: —¿Son para Carolina? Si no, no te ayudaré a comprarlas. Javier: ... Después de un rato, Javier admitió a regañadientes: —Sí, son para ella. Me sorprendí y me alegré: —Javier, ¿lo has pensado bien? Javier, desalentado, contestó: —No lo he pensado bien. Déjalo... no lo entenderías.