Capítulo 12

No sé cómo agradecer. Manuel tiene la mano suavemente apoyada en el volante, sus muñecas blancas son tan bellas que parecen una obra de arte. Reconozco el reloj en su muñeca, Relojes del Sol. Es discreto pero lujoso, y tiene un valor considerable. De repente, me mira. Avergonzada, retiro mi mirada fija y, bajando la cabeza, pregunto: —Gomi... No, Manuel, ¿adónde voy ahora? Estoy confundida: —He olvidado dónde vive Anita. Manuel suspira: —¿De verdad lo has olvidado todo? Asiento con la cabeza: —El médico me dijo que tengo amnesia intermitente, no sé cuándo podré recordar. Manuel frunce el ceño: —¿Es tan grave? ¿Víctor lo sabe? Sonrío amargamente y niego con la cabeza: —Simplemente no me cree. Piensa que estoy mintiendo. Manuel parece un poco enfadado. Me mira seriamente por un momento y luego cambia de tema: —¿Tienes WhatsApp? Confundida, digo "Ah", y al darme cuenta tarde de su intención de agregarme en WhatsApp. Me apresuro a sacar mi teléfono, explicando y disculpándome al mismo tiem