Capítulo 96

¿Cómo se suponía que iba a saberlo? Estaba tan sorprendido que le costaba cerrar la mandíbula. “¿Por qué no intentas preguntarle a la Señorita Bonnie?”. Floyd podía sentir que su maestro estaba descontento y celoso. “¿Debería enviarle esta ubicación, señor Ivor? ¿Quizás pueda venir usted aquí?”. A Ivor le habría encantado. “No voy a hacer eso. Ella malinterpretará la situación y pensará que la estaba siguiendo a propósito”. “¿Debería irme entonces?”, preguntó Floyd. “Continúa siguiéndolos. Avísame si pasa algo”. El sudor corría por la frente de Floyd. ¿Ivor quería un informe de lo sucedido? Él, por su puesto, no quería que nada pasara. Estaría demasiado asustado de ver a Bonnie y el Maestro Jim volviéndose más íntimos. Floyd pensó que realmente eran una pareja. Si veía algo que no debía, ¿debería enviar las fotografías a su maestro? Ivor parecía tan severo y agitado que casi asustó a una sirvienta que casi derrama el café que le estaba sirviendo. Con los dedos entrelazados, I