Capítulo 3

Cuando Ivor vio la hermosa cara de Bonnie, sus ojos se iluminaron, cosa que rara vez ocurría. No fue solo por su apariencia, sino también por lo que había dicho. Ged se echó a reír. “¡Esa es una buena broma! Eres divertida, lo admito”. “¿No me crees?”. A Bonnie no le importaba que le creyeran, pero también quería decir la verdad. Ella parecía hablar en serio, pero Ged comenzó a dudar de ella. “¿Sabes qué coche es este? ¿En serio esperas que creamos que se lo regalaste a Sigmund?”. Era obvio que él no creía que ella podía pagarlo. Bonnie asintió con la cabeza. “Este modelo fue lanzado hace tres años por Mercedez. Me parece que es una edición limitada mundialmente a diez unidades. Ella recordó lo que le había dicho ese magnate. Los ojos de Ged se abrieron de par en par. ‘¿Lo conoce?’. ‘A pesar de que sabe esto, ¿tiene el descaro de decir que ella le dio esto a Sigmund? ¡Ella es j*didamente descarada!’. ‘¿Cómo puede Sigmund querer que Ivor se case con ella? ¡Es una mentirosa de m*erda!’. Ged decidió no seguir hablando de esto por respeto a la familia Knight. El coche no tardó en llegar a la residencia Knight. “Ya llegamos”, le dijo Ivor a Bonnie con un tono frío. Ella abrió la puerta y salió del coche. Ged miró por encima de su hombro a Ivor. “Hermano, sé que no es asunto mío, pero Sigmund tomó una mala decisión”. Ivor dijo: “Ya te dije que no quería tener nada que ver con ella”. Ged se sintió aliviado de que él no estuviera interesado en ella. Sigmund estaba esperando en la puerta. Cuando vio a Bonnie, sus ojos apagados se iluminaron. “¡Por fin llegaste, Bonnie! ¿Qué piensas de mi chalet?”. Bonnie miró el interior de la lujosa sala. Tenía candelabros de cristal, sofás de cuero real y azulejos exquisitos. “Nada mal”. “Cásate con mi nieto entonces, y podrás criar a tus hijos aquí. ¿Tres hijos son suficientes? Mmm… ¡Qué sean siete!”. Ged se rio. “¡Vamos, Sigmund, déjalos en paz! Son adultos, después de todo”. Sigmund lo ignoró. Tomó la mano de Bonnie y la metió en la de Ivor. Ellos separaron sus manos de inmediato.. “Abuelo, la traje justo como querías, y eso es todo lo que estoy dispuesto a hacer. No estoy de humor para el romance, así que deja de intentar hacer de cupido, ¿sí?”, dijo Ivor con un tono desagradable. “¿No estás de humor para el romance? Te gustan las mujeres, ¿no? ¿O acaso los rumores de que siempre estás con Ged porque eres gay son ciertos?”. Ged escupió su agua. “Estaría orgulloso de ser gay, pero soy hetero, ¿bien?”. “¡Sí, claro!”. Ged se quedó sin palabras. Ivor sabía que Sigmund tenía muchas ganas de hacer que saliera con Bonnie, así que intentó disuadirlo. “Ella y yo no somos compatibles”. “¿Y por qué dices eso?”. Ivor miró a Bonnie y dijo en un tono solemne: “Abuelo, itunes razón de que siempre he sido un tanto arrogante, pero tengo mis razones. Me salte los años y fui aceptado directamente en la Universidad de Pyralis”. “Desde que me convertí en el director ejecutivo de la compañía, ¡he tenido mucho éxito y me he convertido en el líder de muchos campos!”. Sigmund frunció el ceño. “¿Qué estás intentando decir?”. Ivor entrecerró los ojos y miró a Bonnie antes de decir con frialdad: “Ella no es lo suficientemente buena para mí”. “¿Que ella no es lo suficientemente buena para ti? ¿Acaso no sabes que ella es…?”.