Capítulo 27

Bonnie levantó la ceja. Tenía la extraña sensación de que sonaba celoso. “Tenía que decirle a mi familia que me estaba mudando”, dijo ella mientras arrastraba su maleta hacia la escalera. “Déjame ayudarte”. Ivor se acercó rápidamente y le quitó la maleta. Bonnie le lanzó una mirada de desconcierto a Ivor. ¿No estaba enojado? “No hace falta, yo puedo hacerlo”. Bonnie intentó recuperar la maleta. Pero Ivor se rehusó a soltarla y la subió él mismo al segundo piso. Él llegó a la habitación de ella, empujó la puerta y entró. Bonnie se quedó atónita. ¿No había dicho que nunca pondría un pie en su habitación? Ella entró a la habitación y le agradeció cortésmente. “Gracias”. “De nada”. Dos segundos después, Bonnie vio que Ivor no se iba y se sintió desconcertada. “Ya puedes irte”. Ivor funció el ceño. “Juguemos otra ronda”. Bonnie se dio cuenta de que Ivor quería jugar ajedrez con ella. “Ya es tarde, necesito ir a la escuela mañana. Lo haremos en otro momento, ¿de acuerdo?”.