Capítulo 16

”Bueno, soy de Pyralis como tú. Además y lo principal es que eres el hombre más rico de la ciudad. ¿Por qué no colaboraría contigo?”. Ivor se quedó boquiabierto. “Si eso es todo, ya me voy”, dijo Bonnie con indiferencia. Antes de que Ivor pudiera hacer otra pregunta, Jim se interpuso entre él y Bonnie. “Ya la escuchó, señor Ivor”. Ivor se dio cuenta de que Jim quería deshacerse de él. Preocupado de que Ivor pudiera hacer enojar a la señorita Bonita, Ged susurró rápidamente: “La señorita Bonita no es una persona muy sociable. Deberías alegrarte de que siquiera haya hablado contigo, ¿sí? Deberíamos irnos ya”. Pero Ivor tenía la extraña sensación de que sería capaz de resolver aquel enigma si seguía insistiendo en el asunto. “¿Hay algo más que podamos hacer por ti?”, dijo Jim con frialdad. “No, no, nos vamos”. Ged jaló a Ivor para alejarlo. “¿Qué te pasa, Ivor? Todo el mundo sabe que a la señorita Bonita no le gusta hablar con nadie. Además, su guardaespaldas es Jim Ray, el Rey