Capítulo 97

Ricardo aprovechó la oportunidad para invitar a Alberto. Necesitaba acercarse a él. Incluso Pablo Señor quería tomarle como maestro, ¿qué tan increíble podría ser? —Tengo miedo de que no sea posible, he quedado con unos amigos. Vine solo para entregar el coche a Valeria, pero luego Raúl me escupió. Alberto negó con la cabeza y lo rechazó. —El coche es lo de menos. El rostro de Ricardo permaneció impasible, aunque por dentro estaba sorprendido. ¿Qué ha estado haciendo Alberto estos tres años? ¿Realmente estuvo en prisión? ¿Qué recluso de reforma laboral podría salir y permitirse un coche de lujo valorado en millones? Era un Maybach, un coche que él nunca había tenido la oportunidad de montar en su vida. —Vosotros, id a buscar agua y limpiad el coche rápidamente. Ricardo ordenó a varios guardias de seguridad.—Y llevad las llaves del coche a la doctora Valeria. —Muchas gracias. Alberto pensaba llevar las llaves él mismo, pero era bueno que alguien lo hiciera por él. Necesitaba regresar a