Capítulo 524

Al final, Silvia igual fue a quedarse en la compañía. Esa misma noche, Ada recibió noticias sobre ello. Si no estuviese embarazada, habría descochardo una botella de champaña y celebrado en la sala. Cuando se le pasó la alegría inicial, Ada empezó a pensar sobre cuándo contarle a Silvia acerca del incendio. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que alguien entraba en la sala. No se dio cuenta de que había alguien ahí hasta que notó una sombra que se cernía sobre ella y levantó la mirada. Al ver de quién se trataba, Ada se asustó tanto que se puso pálida. Su primera reacción fue intentar salir corriendo. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, Liam la inmovilizó y le puso un cuchillo en el cuello. “Ha pasado un tiempo, Ada”. El rostro de Ada palideció y sus labios comenzaron a temblar. “¡Liam, suéltame!”. Liam sonrió, amenazante. Su mirada permaneció fija en el vientre hinchado de la mujer durante unos segundos antes de decir: “No te preocupes. Aun