Capítulo 91
Alberto realmente cayó en su farsa, resignado, le dio un toque en la cabeza: —También quiero más flores en el jardín, si tú y Bruno me engañan, verás cómo los castigo.
—Haré lo que digas.
María, lejos de enfadarse, sonrió y se acercó para ganarse el favor de Alberto.
No pasó mucho tiempo antes de que ella lo hiciera sonreír de oreja a oreja.
Ramón, observando, se quedó boquiabierto.
Alberto era conocido por ser difícil de engañar, ¿cómo pudo María manejarlo tan fácilmente?
—¿Eso es lo que puede hacer María?
—Ve a encargar las flores.
La sonrisa de Bruno se elevó ligeramente, claramente instruyendo a Ramón, pero sin darle siquiera una mirada.
Ramón disimuló una mueca y rápidamente se puso en marcha.
La sala se llenó de sus risas.
Un rato después, María, viendo que era casi la hora y temiendo que él tuviera hambre, quiso ir a la cocina.
Pero Alberto la detuvo:
—Ven aquí.
—Primero iré a la cocina, acabas de salir de un período de descanso, no puedes pasar hambre.
María insistió.
Aunque al

Locked chapters
Download the Webfic App to unlock even more exciting content
Turn on the phone camera to scan directly, or copy the link and open it in your mobile browser
Click to copy link