Capítulo 60

El aire se tensó tanto que Miguel apenas se atrevía a respirar. Pablo estaba completamente atónito. María frente a Bruno se mostraba caprichosa. Algo que antes solo hacía delante de Pablo. Ahora, podía actuar de la misma forma con otro hombre. ¿Realmente estaba a punto de perderla? La mano de Pablo se cerró con más fuerza en un puño. Bruno revisó una vez más antes de enderezarse: —No vuelvas a patear a nadie con tacones altos. —¿Te preocupa que lastime a tu socio comercial? —María recogió sus piernas, apoyándose perezosamente en el borde de la mesa de conferencias, mirando significativamente a Pablo. Bruno se ajustó tranquilamente su chaqueta, su voz fría como el hielo: —Él ya no es un socio comercial. Bruno ni siquiera le dedicaba una mirada a Pablo. —Espera, Bruno... —Cancela todas las colaboraciones con el Grupo Valdeoro. —Bruno ni siquiera dejó que Pablo hablara antes de dar la orden a Miguel. Miguel, finalmente recobrando el sentido, hizo una reverencia respetuosa. —Presidente Pab