Capítulo 89 No se puede divorciar

—Abuelo, ¿hay algo que no pueda... —Sal. Luis estaba algo molesto, y Yago no se atrevió a desobedecer. Yago me miró, luego a su abuelo, y finalmente salió del estudio. En cuanto se fue, me apresuré a hablar:—Abuelo, ¿no habíamos acordado? Habíamos acordado que me ayudaría a divorciarme, que no me complicaría la vida, pero ¿qué es esto ahora? ¿Cómo puedo aceptar manejar algunas cosas que no concuerdan con las ideas modernas, como lo hacía la antigua señora de la casa? ¡Incluso Ana no debería estar involucrada en esto! —Es cierto que lo acordamos, pero las cosas han cambiado. Luis parecía mucho más viejo, continuamente se tocaba la frente. —Clara, eres una buena chica, y ciertamente Yago ha actuado mal, ha sido imprudente estos años. Bajé la mirada y no dije nada, todos en la familia López saben de las imprudencias de Yago, pero ellos son su familia, yo solo soy una extraña. Luis, viendo que no respondía, suspiró de nuevo. —La salud de Yago no se ha recuperado completamente, Ana no solo