Capítulo 18 Causar problemas

Parece que cada vez que Yago y yo estamos en casa, las cosas no terminan bien. Durante estos tres años, él no ha dejado de herirme, diciendo siempre cosas que me lastiman. Naturalmente, aprendí a hablar de la misma manera para herirlo a él. ¿No es acaso esto un juego en el que nos herimos mutuamente? Vamos, me han operado dos veces; no tengo miedo. No recuerdo cuál fue la última cosa por la que maldijo, solo sé que me di la vuelta y me sumí en un sueño profundo. Por suerte, mi cuerpo es frágil; de lo contrario, no podría dormir bien. Al día siguiente, Diego llegó directamente a la empresa para disculparse. —Directora Clara, lamento mucho lo de ayer. Mis amigos estaban borrachos y no tenían intención de ofenderla. —Por favor, hable bien de nosotros ante el presidente Yago. Lo vi muy enojado ayer. Su actitud era humilde y parecía preocupado. Es cierto, el aspecto feroz de Yago ayer los asustó. Las habladurías sobre Yago siguen. Siempre tiene mujeres a su alrededor, pero su esposa siempre