Capítulo 73

Cuando Víctor bajó las escaleras, vio que Andrea y yo habíamos recuperado nuestra cercanía habitual. Parecía sorprendido: —Andrea... Andrea no dijo nada. Yo observé a Andrea con sorpresa. Ella se acercó a mi oído y susurró: —Si le digo a papá por qué no hablaba, seguro que pensará que soy tonta. Para evitar que su padre la subestimara, decidió no hablarle. Al entender su pequeña estrategia, casi me río. Andrea, con una voz tierna, me amenazó: —¡Mamá, no le puedes decir a papá! —¡Por supuesto! —Aseguré activamente: —Tranquila, protegeré tu secreto. Andrea se tranquilizó. Al ver que Andrea no le hablaba, Víctor me miró. Inventé una excusa rápidamente: —Andrea dijo que no hablará contigo hasta mañana. Víctor miró a Andrea con perplejidad. Andrea de inmediato me abrazó. Y evitó su mirada. Víctor pensó que, al fin y al cabo, mañana tendrían que hablar. No tenía prisa por ese momento y se dirigió al comedor, donde la comida ya estaba servida. Víctor observó a la madre y la hija que aún char