Capítulo 20

Me levanté y caminé hacia la habitación, respondiendo con frialdad: —Pues llama a la policía, ¿qué quieres de mí? Pero Sergio se interpuso en mi camino: —El que secuestró a Diego es el exmarido de Lucia. Intenté esquivarlo para volver a la habitación, pero mi tono se volvió aún más frío: —Entonces deberías ir a buscar a Lucia. Sergio, sin embargo, se acercó y no me dejó dar ni un paso hacia adelante: —Él piensa que tuve una relación con Lucia, está muy enfadado. —Te pidió que fueras a pasar la noche con él para liberar a Diego. Sergio, desesperado y dolorido, dijo: —Amor... No había terminado de hablar, pero yo ya sabía lo que quería decir. Me temblaba todo el cuerpo de rabia y le di una bofetada con todas mis fuerzas. —Sergio, ¡¿todavía no eres un hombre?! —Amor, Diego es tu hijo, ¡no puedes dejarlo morir! Dicho esto, sacó una botella de spray que tenía oculta detrás de su espalda. Y me roció la cara con ella. De inmediato, mi cuerpo se desplomó y mi mente se nubló. ¡E