Capítulo 98 Poniendo obstáculos

Silvia tenía una sombra de duda en su corazón. Cuando comenzaron las negociaciones, Óscar parecía muy interesado en que ella se uniera a su empresa. Incluso anoche, le recordó que no olvidara los términos que habían acordado. ¿Por qué hoy la rechazó amablemente? Lo que Silvia no sabía era que sus problemas apenas estaban comenzando en ese momento. Con su maleta en mano, tomó un taxi de regreso a su apartamento. Al abrir la puerta con la llave, escuchó un fuerte "¡bang!" que la hizo sobresaltarse. Al siguiente segundo, cayeron confetis de colores por todas partes mientras Laura exclamaba con júbilo: —¡Felicidades, Silvia, por librarte completamente del sufrimiento! Silvia sonrió: —Estás exagerando. ¿Cómo es que hasta compraste petardos? Pensé que algo había explotado. Laura, radiante, dijo: —Lo calculé perfectamente, mañana es sábado y tu contrato vence hoy, así que tenía que celebrarlo contigo, ¿no? Extendió la mano para tomar la maleta de Silvia. —¿Qué tal? ¿Ya hablaste con Ángel