Capítulo 391 Acoso

Silvia regresó al hotel, y poco después, Isabel la llamó. Al saber que estaba en su habitación, fue directamente a verla. Isabel también se estaba alojando en ese hotel. Al entrar, se quitó la bufanda, revelando su bello rostro: —Silvia, lo siento, esta tarde Arturo me dijo que tenía un asunto urgente y me fui con él sin avisarte. —No hay problema, ¿resolviste tu asunto? ... ¿Cómo le explicaría Isabel que el supuesto asunto urgente de Arturo era "el día más fértil del año", y que la había llevado apresuradamente de regreso al hotel y luego...? Después le dio una bofetada. El rostro bello y pálido del hombre mostraba una marca roja, que lo hacía parecer aún más hermoso, y él, sin inmutarse, encendió un cigarrillo y entre risas dijo: —Eso lo calculó un adivino que consultó mi madre, dijo que si tenemos relaciones sexuales en ese momento, lo normal sería concebir, y con un poco de suerte, podrían ser gemelos. Arturo no era un hombre que dependiera excesivamente de su madre, no hacía todo