Capítulo 306 Odio hacia él

¡Arrodíllate! Silvia levantó bruscamente la cabeza. En ese momento, ella tampoco estaba segura de si era solo una palabra dicha en el calor del momento por el pánico y la impulsividad de Lucía, o si realmente era en serio. El salón también quedó inexplicablemente en silencio; nadie hablaba, solo la mirada reprochante de Lucía fijada en Silvia, parecía que ese silencio simplemente esperaba a que Silvia se arrodillara. Silvia, con tacones altos, estaba de pie sobre la alfombra gruesa y suave, y ya tenía una sensación de inestabilidad como si estuviera a punto de caerse, y ahora se sentía aún más incómoda. Apretó los labios, a punto de hablar. En ese momento, desde la dirección del sillón individual, se oyó el sonido de una taza siendo colocada sobre la superficie de vidrio de la mesa. Un sonido de "¡clink". Muy nítido y también muy agudo, como si fuera una espada desenvainada. Silvia instintivamente miró hacia allá; era la dirección de Ángel. Pero antes de que pudiera ver la expresión de