Capítulo 295 No te molestaré más

Sin embargo, al final, ni Ángel ni Eduardo oyeron la respuesta de Silvia. En ese instante, sonó el móvil de Eduardo, una llamada de Marta. —Eduardo, Eduardo, ¿dónde estás? ¡He tenido un accidente, ven a salvarme! Eduardo frunció el ceño al instante y preguntó:—Marta, cálmate, ¿qué ocurrió? Marta estaba claramente aterrorizada y balbuceó:—Yo... yo conducía, luego miré el móvil por un momento y, al levantar la vista, vi a alguien cruzando la calle... Eduardo sintió un peso en el corazón y preguntó:—¿Y luego qué sucedió? —Giré el volante rápidamente para esquivar, pero ahora el coche ha chocado contra el parterre y está atascado, no se mueve, no sé qué hacer, tengo mucho miedo, por favor, ven rápido... Eduardo replicó:—Si nadie resultó herido, deberías sentirte agradecida. ¿Quién te dijo que podías mirar el móvil mientras conducías? Y aún así te atreves a llorar, Óscar seguramente te castigará. Marta sollozó:—No me regañes más, ven a salvarme... —Primero sal del coche, ve a un lugar segu