Capítulo 253 Alergia a los pimientos

Ángel mostró una actitud indiferente: —Incluso si surge una emergencia, los médicos y las enfermeras están presentes. Si ellos no pueden manejarlo, ¿qué crees que podrías hacer tú estando allí? Silvia, sin argumentos para refutar, fue llevada de regreso a Villa Mariposa por él. Por otro lado, Alicia condujo hasta Villa Mariposa y, desde lejos, vio el coche de Ángel estacionado abajo. Con una expresión de alegría, se dispuso a acercarse para reunirse con él. Pero en el siguiente instante, vio a Silvia bajar del coche y entrar junto a Ángel. Se quedó paralizada por un momento y, al siguiente, perdió el aliento. ¡Ah—! ...... En la habitación principal, Ángel abrió el armario, echó un vistazo rápido y, sin pensarlo mucho, le lanzó uno de sus antiguos pijamas: —Ve a ducharte. Luego, con el móvil en la mano, salió de la habitación. Silvia, frente al armario, apretó la ropa en sus manos. Apenas había salido de la preocupación por Esther y ya estaba entrando en otra situación inquietante. La o