Capítulo 201 Esto la destruirá

Ángel sacudió la ceniza de su cigarrillo sin negar nada, y curvó sus labios en una sonrisa:—Ya es tarde, deberías descansar. —Está bien. Federico colgó el teléfono. Ángel regresó a su habitación, observó a la mujer dormida en la cama durante un largo rato y luego se acostó para dormir, atrayéndola hacia él. ...... A la mañana siguiente, Silvia fue despertada bruscamente. El efecto de la medicina había pasado y ahora su mente estaba completamente clara. Ella agarró al azar las cosas sobre la mesita de noche y las lanzó contra el hombre sobre ella:—¡Fuera de aquí! Ángel fue tomado por sorpresa, y el cenicero lo golpeó justo en la frente. No sangró, pero se formó un área roja. Él rápidamente agarró sus manos, presionándolas contra la almohada a cada lado de su cabeza, mientras los ojos de Silvia se volvían rojos e intensos. Ángel dijo fríamente:—Mordiendo la mano que te alimenta. Si no fuera por mí anoche, podrías estar enterrada en un hoyo ahora mismo. El pecho de Silvia se agitaba viole