Capítulo 166 He sido secuestrada

Ángel, con voz ligeramente fría, preguntó: —Federico pidió los platos típicos de la Ciudad de Estrellas, son grasientos y picantes, ¿puedes comer eso? Silvia realmente no podía comerlos, y por eso apenas había tocado la comida hace un momento. Pero, ¿qué importaba eso para él? Ángel ya había hecho una llamada: —Envíen comida ligera a la habitación B88 en diez minutos. Silvia lo miró fijamente, preguntándose si él... había arreglado especialmente algo más suave para que ella pudiera comer. —Presidente Ángel, realmente me sorprende. —Era incluso más impredecible de lo que pensaba. Anoche habían terminado en una situación muy tensa, y ahora parecía preocuparse por si podía comer o no. Ángel le echó una mirada: —No te sorprendas, necesito que estés viva para responder mis preguntas. Así que tenía un propósito. Silvia ahora no podía irse aunque quisiera, así que decidió dejar de resistirse, se sujetó el abdomen y se sentó a la mesa. El aroma del salón privado del restaurante de este hotel d