Capítulo 99 La tasa de éxito para quedarse con la hija

Las palabras de la abuela María hicieron que la expresión de Ariadna cambiara por un instante, pero rápidamente volvió a su semblante habitual. —Abuela, aunque esas palabras son un cumplido, mejor no las digas.—comentó Ariadna acercándose al oído de la abuela María y bajando la voz para susurrarle. —Oh, oh, está bien, está bien. —Ariadna, ¿ya te hiciste la prueba de ADN? María no mostraba ni un atisbo de mal humor. Se levantó de la cama con rapidez, levantó las sábanas y salió del lecho.—¿Tienes hambre, Ariadna? Abuela te traerá algo de comer. Dicho esto, sin esperar a que Ariadna respondiera, María se dirigió rápidamente al armario, metió la cabeza y estuvo hurgando durante un buen rato hasta que finalmente sacó un bolso completamente lleno. Carmen se quedó mirando ese bolso, completamente sorprendida. Cuando la había sacado a la fuerza de Refugio del Alma, Carmen solo había tomado un bolso y su teléfono móvil, sin pedir nada más. Y durante todo el trayecto, cada vez que