Capítulo 5
La Perspectiva de Catherine
"No me importa quién seas. Lo único que quiero es recuperar lo que vine a buscar". Miré a Gina con determinación.
El collar le pertenecía a mi madre, y era lo único que me quedaba de ella. Para mí, era invaluable.
De pronto, noté que la mirada de Gina dejó de apuntarme y se desviaron a mis espaldas.
Confundida, me di la vuelta y vi a algunos chicos desconocidos parados no muy lejos de nosotras.
Cuando me volví para ver a Gina, de repente se me abalanzó y burlándose dijo: Sé en dónde está el collar, simplemente no te lo quiero regresar. Nada pasará si vienes aquí, pero me acabas de recordar todas las cosas estúpidas que has hecho. ¿Quieres recuperar el collar? ¡De ninguna manera! Mañana lo romperé tiraré a la caldera para que se funda".
"¡Cómo te atreves!"- Sentí que un escalofrío me recorría el cuerpo y apreté los puños por la ira.
"¿Por qué no lo haría? Huh, déjame decirte algo, papá me contó un secreto la última vez que se embriagó. Dijo que tú no eras su hija, sino una bastarda. Viniste al mundo sólo porque la maldita de tu madre se acostaba con otros". Dijo Gina en tono desdeñoso.
"¡Cállate, perra!" Los insultos de Gina hacia mi madre y hacia mí me hicieron perder el juicio.
Me había hecho enfurecer completamente.
"¿Qué? ¿Estás molesta? Eres una rebelde ahora, y ni siquiera puedes transformarte en lobo. ¿Crees que puedes atacarme?".
Levanté mi mano y le di bofetada.
Gina gimió de dolor y se cubrió la mejilla haciéndose la víctima y haciendo una mueca patética.
"¿Eso es todo o que tienes, Catherine? Está bien, lo entiendo. No tienes un lobo dentro de ti, no tienes padre y no puedes transformarte. Sólo te queda vivir de rodillas". Dijo Gina.
"Gina...". Miré ferozmente a Gina. Si hubiera tenido un cuchillo, la habría cortado en pedazos.
Al parecer Eva sintió mi ira y en mi mente dejó salir un aullido.
"Yo me encargo de ella, Catherine". Eva estaba ansiosa. Sus emociones me afectaban y sentía como comenzaba a controlarme poco a poco.
Sentía que estaba perdiendo mi mente y estaba a punto de transformarme.
Sin embargo, una gran mano tomó mi brazo de repente.
Me di la vuelta y vi a un hombre con mirada sombría.
"Tú..." Estaba demasiado sorprendida para terminar de hablar cuando vi con claridad el rostro de ese hombre.
El hombre era realmente guapo, pero su atractivo no fue lo que llamó mi atención, sino el sentimiento de que era una cara conocida.
Gina se acercó con una mirada que daba lástima y derramó algunas lágrimas. Me miró fijamente y dijo: "¿Por qué me golpeaste, Catherine? ¿Qué fue lo que hice? ¿Por qué me haces esto?".
No entendía por qué Gina estaba actuando como una persona diferente.
Miré a Gina y me percaté que sus ojos estaban rojos. Gina seguía llorando y parecía como si me tuviera miedo.
Mi atención se centraba en aquel hombre, y trataba de recordar dónde lo había visto antes.
Sin embargo, el hombre frunció los labios fríamente y se veía disgustado con mi reacción.
"¿Por qué la golpeaste?". Resopló.
Su fría y seca voz me impidieron terminar de atar los cabos sueltos. Pero de inmediato entendí que él estaba del lado de Gina.
La sangre me comenzó a hervir otra vez cuando recordé cómo Gina me había insultado y amenazado con destruir el collar de mi madre.
"¡Suéltame! Esto no tiene que ver contigo". La mano del hombre incomodaba mi brazo, por ello luché para intentar liberarme de su agarre.
En el momento oportuno, Gina fingió ser amigable y dijo en tono gentil: Blake, ella es mi media hermana, no me golpeó a propósito, lo hizo porque nuestro padre la desterró del manada y quería que le pidiera que la dejara regresar. Sin embargo, le dije que sería complicado porque no tiene un lobo interior todavía. Pero después se molestó y me golpeó".
Me enfureció que Gina haya inventado todo.
Me preguntaba si Gina se había hecho mejor mentirosa después de convertirse en estrella.
"¿Así que eres una rebelde sin lobo? ¿Cómo tuviste el descaro de pedir que te acepten en una manada de lobos?". Blake, el hombre, resopló.
Su despectiva mueca me hacía enojar mucho más.
El hombre le cKingó a Gina si tan siquiera preguntarme algo.
"¡Suéltame! Ya te dije que no es tu asunto". Torcí mi brazo.
"Si te atreves a golpearla otra vez, te cortaré las manos". Me dijo Blake con frialdad.
Al escuchar esto, me sentí en el borde del desequilibrio total.
Ya que Blake no iba a soltarme, decidí enseñarle una lección. Apreté los dientes y mordí la parte trasera de su mano.
A pesar de que estaba en mi forma humana, mi fuerza y mordida habían mejorado bastante.
"¡Maldición!" Blake miró la parte trasera de su mano, en donde tenía una profunda marca de mordida.
De inmediato me soltó y me rugió: "¡Estás loca! ¡Aléjate de mí!".
En cuanto perdió la paciencia, el ambiente se sentía lleno de tensión.
Pude notar que Gina y los dos hombres al lado de Blake estaban asustados y encogieron los hombros con la cabeza baja.
Aunque me dolía el brazo, no mostré debilidad, pero sí sí miré a Blake fijamente.
"Entonces vi un destello de sorpresa en sus ojos".
"Vete del Bosque Sombrío inmediatamente, o tendré que hace algo al respecto". Blake me apuntó y ordenó que me fuera.
Gina aún lucía triste y lamentable, pero cuando nuestras miradas se cruzaron, vi complacencia en sus ojos.
Todavía no había recuperado el collar de mi madre, así que no podía irme así nada más. Esto era exactamente lo que Gina quería, pero no iba a permitir que las cosas pasaran como ella esperaba.
Con eso en mente, trataba de rodear a Blake y Gina para evitarlos y llegar rápido a la plaza para encontrar a mi padre.
Sin embargo, en cuanto di un paso al frente, me detuvo uno de los hombres que estaba al lado de Blake.
Al segundo siguiente, él me hizo a un lado.
"Suéltame, puedo caminar por mi cuenta. ¡No me toques, bastardo!".
Estaba emputada porque Gina ya era difícil, y ahora tenía un ayudante.
Además, era obvio que este hombre era bastante duro.
¿Eso significaba que no había manera de recuperar el collar de mi madre?.
El subordinado de Blake me sacó de la plaza, y además, estaba desprevenida cuando me empujó, por lo que caí al suelo.
Esos hombres lobo, nos estaban observando y se juntaron para reírse de mí.
Me fui de la reunión de apareamiento de forma patética. De pie y a lo lejos, miré a la multitud y mordí mis labios.
Juré que regresaría.