Capítulo 545

Ya había tres platos sobre la mesa. —Enciende el televisor, mira un rato, que ya casi termino aquí. ¿Hace cuánto que no pruebas lo que cocino? He mejorado mucho en la cocina, ya lo verás,— la voz de Francisco resonaba desde la cocina. Aún sin probar, Ana ya podía anticipar una comida excepcional solo por el aroma. —¡Todo lo que cocinas es delicioso! Francisco, ocupado en la cocina, cambió ligeramente su expresión. Los comentarios que Nuria le había hecho al mediodía volvían a su mente, y su semblante se tornó algo sombrío. Diez minutos más tarde. Francisco trajo otros tres platos desde la cocina. Ana se levantó para ayudarle. Había un total de seis platos en la mesa. Todos ellos lucían apetitosos y desprendían un aroma delicioso. Aunque Ana había llegado sintiéndose bastante llena, al ver los platos delante de ella, comenzó a sentir hambre. —¡Tu habilidad culinaria puede compararse con la de mamá!— Ana le extendió el pulgar a Francisco en señal de aprobación. Francisco sonrió, —Aún me