Capítulo 433

Diego sabía muy bien que estas acusaciones no eran infundadas. Durante años, para hacer crecer la compañía, no dudó en cometer ilegalidades. Pensaba que estas acciones estaban bien ocultas y que nadie las descubriría. ¡Pero la policía apareció con pruebas en mano! Frente a los agentes, todas las defensas de Diego resultaron inútiles, y el personal observó impotente cómo se llevaban detenido a su presidente. Al mismo tiempo, todos eran dolorosamente conscientes de una cosa: ¡la compañía estaba realmente acabada! Con el presidente arrestado, los salarios ya se habían retrasado más de tres meses. —Presidente Gustavo, ¿qué hacemos ahora? —Hay muchos medios afuera. Un montón de gente se agrupó alrededor, lanzando preguntas que dejaron a Gustavo con dolor de cabeza, ¿qué hacer? —¿Cómo voy a saber qué hacer? ¡Cierren la puerta principal, no dejen entrar a ningún medio, déjenme tranquilo para pensar! Ante esta situación, los empleados se miraron unos a otros desconcertados. Alguien se atrevió