Capítulo 312

Carmen estaba aterrorizada. —Acabamos de ver un fragmento de película, papá. Podemos dejar de verlo. Fue un error que se reprodujera. — Carmen sentía las piernas temblorosas. Ahora se daba cuenta profundamente de cuánto había cambiado Ana. ¡Era muy despiadada! Ana miraba a Carmen luchando, con una sonrisa irónica en su rostro. Sin embargo, Diego se detuvo. Claramente, él creía en Carmen. José, al oír que era un fragmento de película, suspiró aliviado. —Entonces, es una película —Sergio soltó una risa fría, mirando a Ana con aún más desprecio—. A estas alturas, y ella todavía tiene ánimo para ver películas. —Carmen, siempre has sido sensata. No es momento de hacer tonterías ahora —dijo Diego con voz grave. Carmen asintió firmemente, apretando los puños. —Está bien, lo entiendo. Una vez que Diego se fue, Carmen se volvió hacia Ana y le dijo en voz baja: —Sé que me odias, pero podemos llegar a un acuerdo. Hoy no puedo inclinarme ante ti, pero puedo darte dinero. —N