Capítulo 57 Sin Hogar

Todo lo que dijo era por su bien. Sin embargo, las lágrimas de Mónica humedecieron sus ojos mientras hablaba con voz ronca: —Mamá, ¿por qué tengo que vivir dependiendo siempre de otros? Cuando era pequeña, dependía de mi abuelo para tener un hogar, pero después de su muerte, me convertí simplemente en una niña sin hogar. Ahora quieres que me case con la familia Gómez, pero ¿has pensado qué pasará cuando don Diego muera, dado su avanzada edad? En cuanto a Pablo, si ahora puede humillarme de la peor manera por otras mujeres, ¿cómo esperas que me trate bien en el futuro? No quiero vivir mendigando su afecto o felicidad momentánea. Mi vida aún es bastante larga, y no deseo una vida cuyo final puedo ver claramente. Mónica expuso de una todos sus pensamientos, dejando a Isabel algo sorprendida, como si en ese momento estuviera viendo a su hija por primera vez. —Pero, antes querías casarte con Pablo. —Eso fue porque pensé que Pablo también sentía algo por mí. Aunque su carácte