Capítulo 66

Lucille, a la que se habían llevado, confesó todo. Admitió que fue ella quien dio el primer paso. En ese momento, Wayne seguía en el hospital. La familia Carter estaba decidida a presentar cargos, por lo que Lucille no tuvo más remedio que permanecer encerrada en el centro de detención. La habitación era diminuta. Estaba rodeada de paredes, con una puerta en una de ellas. Dentro solo había una cama de hierro y un pequeño lavabo. La pared estaba muy sucia, con huellas negras por todas partes, así como graffitis al azar. En un rincón, una pequeña araña negra tejía diligentemente una telaraña. Ella se acuclilló en el suelo y observó cómo la araña tejía lentamente su trampa. Justo en ese momento, una voz familiar surgió de repente del otro lado de la puerta de hierro. Era magnética y agradable al oído, con un toque de burla... "La gente está ocupada intentando condenarte, ¿y tú estás aquí viendo a una araña tejer su telaraña?". Lucille giró la cabeza y vio que el hombre que estaba al otro