Capítulo 33

"No hay problema", respondió el maestro Walton mientras agitaba la mano y se dirigía en dirección opuesta. A su edad, su único deseo era conocer a Bambo. Si era posible, quería aprender algo de ella en vida. Al pensar en ello, el hombre no pudo evitar dejar escapar un largo suspiro. Sin embargo, parecía que este deseo suyo nunca se cumpliría. Mientras tanto, Lucille no volvió a clase. En lugar de eso, abandonó la universidad. Con su capacidad, no le interesaba dedicar todo su tiempo y energía a ese lugar. Aunque el director no la había expulsado por el momento, tenía que esperar hasta que investigara el caso de robo y limpiara su nombre. Entonces, iría de vez en cuando a clase, lo que también era una forma de cumplir los deseos de la huésped original. Lucille tomó un taxi y se fue. Pero antes de hacerlo, un coche se detuvo delante de la puerta del colegio y Samuel y Zoey salieron de él. "Gracias por traerme, Samuel". Zoey dio un paso adelante y besó al joven en la cara. Su sonrisa era