Capítulo 93

Es demasiado embarazoso,ella desearía que, de repente, un terremoto devastara toda la ciudad. Que la arrastrara consigo. Aunque ello significara la muerte, no tendría que enfrentarse a una situación tan incómoda. Desafortunadamente, no hubo ningún terremoto, solo estaba ella, expuesta como si alguien la hubiera puesto allí para castigarla, siendo observada por los padres alrededor. Enfurecida, miró a Braulio con ira: —¿Te divierte esto? ¿Con qué derecho me tratas así? ¿Acaso has olvidado lo que prometiste cuando nos casamos? Dijiste que me amarías y cuidarías toda la vida. ¿Vas a romper tu promesa? ¿No puedes ser un hombre y cumplir tu palabra? Braulio, sin palabras, no podía creer que ella dijera esas cosas. El divorcio fue iniciado por ella, y se llevó toda la propiedad. Ahora le exige que cumpla sus promesas. Amarla, cuidarla, mimarla. ¡Qué ilógico! Viendo que Braulio no respondía, Lorena habló de nuevo: —Te di una hija. ¡Solo por eso, incluso si te he fallado. ¡Tú tampoco pued