Capítulo 83

Braulio siempre había sentido cierta aversión por las normas del club y, en aquel momento, realmente no deseaba subir. Si no fuera por su preocupación por la seguridad de Mónica, ni siquiera habría entrado al edificio. —Sube tú sola al segundo piso y llámame si necesitas algo. Te esperaré aquí abajo. —propuso Braulio. Mónica le sonrió con una disculpa implícita: —Bajaré pronto. Julián intervino: —Lo siento, Mónica, no es que no quiera llevarlo al segundo piso, sino que su estatus no es suficientemente alto. Además, por coincidencia, uno de los cupos ya está ocupado por María. De hecho, es mejor que él no suba, pues no entendería el negocio que vamos a tratar y solo aumentaría sus preocupaciones. Su tono parecía disculpatorio. Pero en realidad contenía una burla hacia Braulio. Mónica se mostró fría de nuevo: —Estoy aquí para discutir negocios, no para esto. Luego, dirigiéndose a Braulio, le indicó: —Encuentra un lugar para sentarte y descansa un poco, toma algo de agua. Braulio, alg