Capítulo 69

Mónica asintió y, al acercarse a Mario, le dijo: —Gracias. Mario respondió con una sonrisa: —No hay de qué, señora. Mónica se sonrojó de repente y, sin querer explicar demasiado, asintió nuevamente y salió hacia afuera. Sara no estaba contenta con las palabras de Mario: —No deberías llamar"señora" a cualquiera. Mario, sonriendo, hizo una reverencia y dijo: —Entendido, señora. ... Sara estaba furiosa, apretó los dientes, abrió mucho los ojos y le espetó a Mario con coquetería: —¿A quién llamas señora? Mario se disculpó sonriendo: —Lo siento, es nuestra primera reunión, cometí un error. Debería llamarte señorita. ... Sara temblaba de ira, quería decir algo más, pero al ver a Braulio, se enfureció aún más: —¡No hay ni uno que valga la pena! Dicho esto, abrió la puerta y se fue. Mario comentó con emoción: —Señor Braulio, cada vez lo admiro más, apenas unos días después de salir de prisión, y ya ha conquistado a dos bellas mujeres. Braulio, sin querer explicar, sonrió y dijo: —Tú también d