Capítulo 369

El conductor, asustado, bajó la cabeza y se disculpó:—Lo siento, la próxima vez iré más rápido. Saúl se ajustó la ropa y caminó hacia el edificio de oficinas. El conductor corrió hasta el ascensor, presionó el botón, y cuando llegó, entró rápidamente, presionando varias veces el botón para abrir las puertas. Cuando Saúl subió al ascensor, el conductor presionó el botón para cerrar las puertas. La atmósfera dentro del ascensor se volvió tensa, como si hubiera una bomba de tiempo lista para estallar en cualquier momento. El conductor deseaba que llegaran rápido al piso deseado. Saúl, con el rostro sombrío, pensaba que Aurelio era un inútil, que no había logrado solucionar el problema con Braulio. Y, además, aún dejaba que ese tipo lo buscara. Si Aurelio estuviera cerca, desearía matarlo. Ding dong. Las puertas del ascensor se abrieron. La expresión sombría de Saúl desapareció, y su rostro volvió a mostrar una calma distante, aunque por dentro sentía una furia incontrolable. Al encontrars