Capítulo 250

¡¿Setecientos mil dólares!? Flavio estaba tan enojado que casi se volvía loco. Había sido incriminado antes y tuvo que pagar doscientos ochenta mil dólares; en esa ocasión, fue por unos pocos pacientes. Sabía que había sido incriminado, pero no pudo hacer nada más que aguantar. No esperaba que ahora, a pesar de que todo estaba en regla y que la clínica había pasado la inspección antes de abrir. Le impusieran una multa de setecientos mil dólares. ¿Cómo se suponía que iba a seguir siendo médico con esto? La última esperanza de seguir ejerciendo como médico se esfumó, y en ese momento, estaba completamente abatido. Gritó:—¡Multa, que se joda la multa! ¡Voy a pelear contigo! Mientras hablaba, agarró a Teodoro del cuello y levantó la mano para golpearlo. ¡Pum! Un puñetazo en la nariz de Teodoro. ¡Ah! Teodoro, con la nariz sangrando, soltó un grito agudo, y un dolor intenso le nubló la vista con lágrimas. Desesperado, gritó:—¡Golpéenlo, ustedes, atáquenlo! Varios subo