Capítulo 106

Paf. Una fuerte bofetada golpeó la cara de Pío. Pío fue noqueado por el impacto, cayendo rígido al suelo. El cambio repentino dejó a todos en la habitación estupefactos. Los dos subordinados de Pío, atónitos, miraban a Braulio sin saber qué hacer. Alba abrió mucho los ojos, fijando su mirada directamente en Braulio. La habitación se quedó en silencio de repente. Ah. Pío despertó, gimiendo de dolor, rompiendo el silencio. Sus dos subordinados se acercaron para ayudarlo a levantarse. Pío, recuperándose lentamente, se tocó la cara hinchada y miró a Braulio: —¿Cómo te atreves a golpearme? ¿Sabes quién soy? Paf. Otro golpe descendió. Pío intentó bloquearlo, pero el golpe de Braulio fue muy fuerte. Desplazó el brazo de Pío y le propinó una bofetada sólida en la cara. Plum. Pío se arrodilló, debilitado. La sangre fresca de su boca comenzó a fluir por la comisura de sus labios, cayendo gota a gota al suelo. Pío estaba aturdido por el golpe, tardó un rato en re