Capítulo 102

Víctor lucía un semblante grave; no había duda de la capacidad de Mónica para ganar dinero. Lamentablemente, siendo una mujer, se le hacía difícil enfrentarse a tales fuerzas oscuras. Pero si iba a tomar el control de la familia Díaz, tenía que superar este obstáculo. Pensando en esto, dijo con voz fría: —Este asunto, tendrás que resolverlo por ti misma. Ahora la familia Díaz está en tus manos, enfrenta cualquier dificultad que encuentres y sigue adelante. Tras decir esto, colgó el teléfono. Mónica colgó el teléfono, frunciendo el ceño. Su abuelo tenía razón, pero ella no tenía ayuda; incluso formar un equipo de guardaespaldas no era algo que pudiera lograrse rápidamente. Por el momento, su preocupación aumentaba. Dum dum dum. De repente, se escuchó un golpeteo en la puerta. Mónica miró hacia la entrada y vio a Braulio; no sabía qué decir. Braulio era un médico muy hábil y una persona inteligente, pero no era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a esos hombres