Capítulo 47

Bajé del avión y, sin siquiera dejar el equipaje, me dirigí directamente al parque de atracciones. Sofía también estaba allí. Al verme, corrió a abrazarme.—Hermana, ¡por fin has vuelto! Le di una palmadita en el hombro.—Ven, acompáñame a revisar algunos puntos primero. Anoche casi no dormí, estuve pensando en los posibles problemas que podrían surgir. Aunque sospechaba de los contratistas y de los proveedores de iluminación, al reflexionar mejor, la probabilidad de que cometieran errores no parecía alta. Después de todo, este es un gran proyecto, y si algo sale mal por su culpa, no solo perderían dinero, sino que acabarían arruinados. Así que, después de mucho pensarlo, llegué a la conclusión de que podría ser otro tipo de problema. Pero como no soy experta, no estaba segura, así que decidí ir al lugar para verlo con mis propios ojos. Encendiendo y apagando las luces, comparando con las imágenes del proyecto, trabajé sin parar hasta las dos de la madrugada. —Carmen, estás liberando tod