Capítulo 36

Nunca en mi vida imaginé que un hombre con el que solo me había visto dos veces quisiera casarse conmigo. Y, sin embargo, el hombre con el que estuve en una relación durante diez años me traicionó, manteniendo a una amante en secreto. Después de un breve momento de sorpresa, sonreí apretando los labios.—Adrián, ¿no crees que es demasiado repentino? Adrián no cambió su expresión, manteniendo un rostro serio.—¿Acaso no se sale con alguien para casarse? Si no quieres salir conmigo, entonces casémonos. Esto no parece estar mal. Pero la persona que lo dice parece tener un problema. ¿Alguien normal se casaría al azar con un extraño? Es cierto que en las novelas estos giros son bastante populares, pero eso es solo ficción. Arqueé las cejas y una mueca burlona se dibujó en mis labios.—¿Adrián es siempre tan directo con todas sus citas? En ese momento, el sol poniente nos iluminaba, y la sombra de Adrián me envolvía.—Eres la primera. Sentí un leve picor en la garganta.—Nosotros..