Capítulo 39

Molesto, Tidus soltó enfadado: "¡¿Cuánto quieres?! Podemos pagarte, ¡solo tienes que decir el precio!". Frank resopló con desdén. "El dinero no tiene sentido para mí". "Entonces, ¿qué es lo que quieres?". Norman preguntó: ¿había alguien en este mundo que no quisiera dinero? ¡Qué risa! "Un Loto de Nieve Tonalidad Infinita de la Cumbre del Cielo". Respondió Frank, "o una Tapa Panacea Radiante del Mar del Sur. ¿Alguno de ustedes lo tiene?". "Que...". Los dos objetos mencionados por Frank eran más raros que el oro: la gente pasaría vidas enteras sin verlos, y mucho menos poseerlos. "Yo no tengo ninguno de los dos". Respondió Tidus. "Pero trata a mi padre y haré todo lo posible por conseguirlos". "¿Me estás dando un pagaré?". Preguntó Frank a su vez. "No podemos reunirlos de inmediato", explicó Tidus. "¿No puedes darnos tiempo?". Justo entonces, Dan miró a Gerald, que exhalaba más de lo que inhalaba. Si esto se alargaba, estaría muerto antes de que Frank lo ayudará. Acercándose,