Capítulo 582

En ese momento, Andrius aprovechó la apertura de Jesse y disparó una aguja de plata, que se estrelló contra el arma en un abrir y cerrar de ojos. Crac... El arma se rompió instantáneamente en incontables pedazos. "Ah...". Jesse estaba asustado y no podía moverse porque cuatro agujas de plata más volaron hacia él y golpearon sus cuatro extremidades, incapacitándolo por completo. "¡Arghhh!". Jesse gritó y cayó en un charco de sangre; sus gritos sonaban miserables. "¡Hijo! ¡Hijo mío!". Deacon corrió hacia él como si estuviera loco y abrazó a Jesse mientras lloraba a gritos. Sin embargo, Jesse ya se había desmayado por el intenso dolor y no podía responder más. Cuando Deacon vio esta trágica escena, su ira estalló como un volcán. "Están todos muertos. ¡Todos ustedes están muertos!”: "Andrius Moonshade, Renault Hill y los Conery, ¡todos deben morir!". Estaba lleno de resentimiento. Apretó los dientes; su voz salió de lo más profundo de sus entrañas y provocó escalofríos a todos.